Cómo hacer tu primer presupuesto como fotógrafa freelance
Aún recuerdo la primera vez que me pidieron un presupuesto para hacer unas fotos de una niña. Estuve casi toda una semana pensando y pensando cómo le iba a cobrar a un cliente y que ese cliente le gustara mi propuesta y me contratara!!
Cuando uno está empezando, estas son las cosas que más nerviosos nos ponen, así que pensando en los que están iniciándose, les cuento cómo pueden hacer un presupuesto y no morir en el intento.
1. Examina cuanta experiencia tienes
No puedes ponerle un precio muy alto a un trabajo si careces de suficiente experiencia en el mismo. Si nunca hiciste una boda o una sesión de familia, debes cobrar acorde la situación y ser honesto contigo mismo. De lo que cobré en mi primera boda, no me quedó nada, todo lo usé en traslados y demás, yo quería la experiencia, la necesitaba.
2. Calcula cuánto será el traslado al lugar donde realizas las fotos
Por lo menos procura y asegúrate que los traslados estén cubiertos, no importa si no te queda mucho para ti, lo importante es que después no debas poner dinero de más.
3. Piensa en cuánto tiempo vas a pasar editando y la cantidad de fotos que vas a entregar
En mi primera sesión, entregué todas las fotos (eran más de 300) y estaban todas editadas (Así como lo lees). Solo cobré el traslado pero, si no hubiera sido por esas fotos, quizás hoy no estaría escribiendo esta nota para ustedes. Esa sesión me dejó mucho más que dinero.
4. Disfruta el viaje y ten seguridad en ti mismo
Si alguien te pidió saber cual es el valor de tus servicios, entonces es porque a esa persona le gusta lo que haces y ha visto tu potencial. ¡No tengas miedo de ponerle valor a tu trabajo!
Estos consejos están basados en mi experiencia y no son la verdad absoluta, es lo que me ayudó a mí y fue como yo comencé. Cuando una pasión y un sueño hay que sumarle la parte económica, las cosas que vuelven un poco frías y tediosas, pero piensa que la pasión que sientes por lo que estas emprendiendo, también tiene un valor para los demás y por eso vale la pena atreverse a dar el primer paso.
Flexibilidad